martes, 24 de noviembre de 2015

HISTORIAS DE LAS RAMBLAS DE BARCELONA

No son estas las Ramblas actuales de Barcelona y sus historias, que quiero mostrar.



Sí no, aquellas ramblas de principios del siglo XX. Donde se paseaban des de, locos
poetas, aristocracia, don juanes, banqueros, ladrones y reyes. Lo difícil a sido encontrar
en un solo personaje, que sea todo lo relacionado expuesto.
Lo fácil ha sido encontrar al fotógrafo.  Frederic Ballell Maymí, que como ninguno supo 
retratar, Las Ramblas de Barcelona de aquella época.

Vendedores de pájaros 1908



Frederic Ballell Maymí  Guayama, Puerto Rico, 1864 - Barcelona, Catalunya, 1951
A la edad de dieciséis años, Frederic Ballell fue a Barcelona a estudiar Ingeniería  
industrial, donde se matriculó en el curso del 1880;  Obtuvo el título en 1890.
En este momento, en Barcelona, Ballell ya había ido haciendo pruebas con cámaras 
fotográficas. Se puede relacionar su formación técnica con el acercamiento a las máquinas
fotográficas y todo el mundo científico que en ese momento estaba rodeando aquella
técnica.
Rebaño de cabras frente al Palau Moja 1907



Sin embargo, su dedicación plena a la disciplina fecha del primer cuarto del
siglo XX, cuando se convirtió en uno de los miembros de la primera generación de
fotoperiodistas de Cataluña. Socio fundador de la Asociación de Prensa Diaria de 
Barcelona.
Venta fruta cerca del Mercado Boquer 1908



 Uno de los transeúntes que paseaba por las Ramblas fue Antoni Llucià Bussé, nacido 
en Capellades (Barcelona) en 1890.



Seguramente más de una vez haría cola entre hermosas mujeres para beber en la 
fuente de Canaletas.



Pero según creo, prefería el Champán. En París, donde sustrajo un collar impresionante 
en una joyería de la Rue de la Paix, convenientemente instalado en el Ritz, donde aún 
esperan que abone la cuenta, y se ganó el apodo de Fantomas.

No es que le gustara vivir como un rey " EL ERA EL REY "



En  su estancia en Saint-Moritz (Suiza). Se disfrazó del rey Alfonso XIII .
Se instalo en  todos los hoteles y restaurantes de lujo a cuenta del monarca. 
Las facturas, decía, debían enviarse a la Embajada de España. Todavía se esperan.

También fue Uno de los primeros economista y consejero de banca.

Seguro que se reunía con aquellos industriales en la terraza de la cafetería  del 
Hotel Oriente.



Allí les aconsejaba en que bancos invertir, sin problemas de retirar sus acciones
cuando quisieran. Por ejemplo, en enero de 1920 estafa 60.000 pesetas al Banco de 
Vizcaya, en Bilbao; pocos días después, 64.661 al de Barcelona; y 49.360 al Hispano
Americano. Peccata minuta al lado de las 200.000 pesetas que distrae en 1922... Y es 
que su especialidad son los cheques falsos.

Los periódicos de medio mundo hablaron de sus teorías sobre economía y banca.
Diarios como The New York Times le tildaron de «maestro de los falsificadores», otros
como Le Figaro escribieron de él que era «el rey de los ladrones», mientras que ABC 
lo calificó de El nuevo Fantomas, tanto por lo que consiguió con sus estafas, ingentes
cantidades de dinero, como por sus cambios de identidad constantes.
Las crónicas de alta sociedad también hablaban de el.
Crónica social de la Vanguardia 1919. 



De buena planta, simpático y culto. "Es un ladrón comme il faut -escribió de él un cronista 
de sociedad en 1919, recorte superior- elegante, buen mozo, de trato exquisito, hombre 
culto, espiritual, que habla perfectamente español, francés, inglés, alemán, italiano y creo 
que también ruso”.

La policía de medio mundo lo perseguía, no por nada malo, solo lo querían por yerno.
Solo  fue conseguido por el  jefe de policía de La Habana, el que pudo casar su hija con el.

Tras leer su curriculum, en la actualidad se duda mucho si fue un "DON JUAN" 
o simplemente un comprador diario de aquellos puestos de flores de La Rambla.



En menos de cinco años se casó con cuatro mujeres acaudaladas de Cuba, Perú, Brasil
y Uruguay. Bígamo por partida doble. A las cuatro abandonó durante el viaje de boda,
después de robarles las dinero. Una vez regresó a España, volvería a casarse al menos 
tres veces más.
¿ Un Don Juan o un Gígolo de la playa de la Barceloneta, no se no se...?



Lo cierto es que fue un gran poeta. Firmemente comprobado, en la carta dirigida a su 
amante esposa, Inés Prieto, de  Montevideo. Utilizando el nombre de Orlando de la Riva
engañó a la pobre mujer y le vació el joyero; después, empeñar las joyas.
Le envió las papeletas con este mensaje: "Idolatrada esposa: Dado mí temperamento 
febril y especial forma de ser, advierten ahora que la vida vulgar del matrimonio no se ha 
Hecho para mí. Por eso, parto para lejanas tierras, en busca de Nuevas emociones y 
diversiones frívolas. Como recuerdo grato de Nuestra corta unión adjunto te envío las 
papeletas de empeño de tus más caras joyas. Resígnate, púas, y que Dios te proteger, 
Doña Inés del alma mía. Orlando ".

Que fue un loco más, como aquellos sé  paseaban por las ramblas.
Parada de alimentos frente a Iglesia de Betlem 1907




También es cierto. Haciéndose pasar por loco conseguio fugarse de todas las cárceles
y psiquiátricos en los que fue confinado.




Finalmente se retiro pasando inadvertido y con una gran fortuna, ganada con el sudor 
de el  de  enfrente. Antoni Llucià Bussé, fallecido  en su piso de paseo de Gràcia a los 
cuarenta años.
Su historia hoy en día ya forma parte de la literatura biográfica 



Frederic Ballell. A partir del año 1924 se dedicó a otra de sus pasiones: los perros. 
Formó parte de la Federación Ibérica de Sociedades protectoras de Animales y Plantas 
desde su constitución, pasando a presidir  la sección de protección a las razas caninas 
en 1928
Vendedor de perros en las Ramblas.



Frederic Ballell Maymí. Con uno de sus Perros.




1944, se puso en contacto con el Ayuntamiento de Barcelona, preocupado por el 
futuro de su colección de negativos, que, en julio de 1945, fueron a parar al 
Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona (ahcb).




Fallecia en Barcelona en 1951.

La mayoría de las copias de la serie de la Rambla presentes en el fondo que 
guarda el Archivo Fotográfico de Barcelona son copias vintage y tienen, pues, 
la característica formal de estar realizadas con el procedimiento de 
ennegrecimiento directo, y de ser contactos de los negativos originales, hechos 
con placa de vidrio al gelatinobromuro.
Rafel Torrella (Arxiu Fotogràfic de Barcelona )

Hasta pronto.